infoRETAIL.- Salen a subasta las cuatro unidades productivas del grupo de alimentación canario José Sánchez Peñate (JSP) valoradas en 68 millones de euros. Los activos, ubicados en Canarias y Madrid, serán subastados durante el mes de junio a través de la web de Asemar, entidad especializada en la venta de activos provenientes de procedimientos judiciales, y con el asesoramiento legal de EY.
Después de que en 2018 se integraran en un mismo grupo JSP y Celgán, la compañía firmó un acuerdo de reestructuración con las entidades financieras en ese mismo año. Tras una inversión de cinco millones de euros de Gordon Brothers y dos intentos fallidos de compra de los fondos Hiperión y Vulcan Foods, finalmente JSP se vio obligada a solicitar el verano pasado el concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de las Palmas, debido a la insuficiencia en las medidas de reestructuración implementadas.
Fundado en 1964 en Las Palmas, JSP es un grupo industrial dedicado a la fabricación, importación, exportación, envasado y distribución de productos alimentarios tanto a nivel nacional, como internacional. Es dueño de marcas como Millac, Celgán, JSP, Café Orix o The Cake Factory.
Entre los activos del grupo, valorados en 68 millones de euros, destacan las fábricas de Güímar, Los Baldíos, Los Majuelos y El Tablero, además de parcelas, oficinas, almacenes y maquinaria
La firma ha alcanzado las más de 300 referencias vendidas, de las que destacan los productos lácteos, que en los últimos años han representado cerca del 60% de la facturación, correspondiendo un 6% al negocio de café y un 12% a los productos de panadería. Entre los principales clientes de JSP destacan distribuidores como DinoSol, Alcampo, Mercadona, Grupo Jesuman o Cencosu.
La suma de los activos del grupo contempla la planta de producción de lácteos ubicada en Güímar (Tenerife); la unidad de yogures y postres, con inmuebles en Los Baldíos (Tenerife) y Getafe (Madrid); la unidad productiva de panadería en El Tablero (Las Palmas) y el tostadero de café situado en Los Majuelos (Tenerife). Son las cuatro unidades productivas que JSP saca a la venta, junto a parcelas, oficinas, maquinaria y cuatro almacenes de distribución localizadas en distintos puntos de Canarias.
El centro de producción de leche y derivados lácteos localizado Güímar alberga más de 15.000 metros cuadrados repartidos en un almacén y una nave industrial de producción. Por su parte, la planta de Los Baldíos es un complejo conformado por dos naves industriales y un edificio con una superficie útil total de 6.430 metros cuadrados.
En el caso de la panificadora de El Tablero, se trata de una edificación de dos plantas que consta de planta de almacenaje y oficinas, con un total de 3.155 metros cuadrados. Además, el tostadero de café de Los Majuelos consta de una edificación para almacén y fábrica junto a un edificio con tres plantas de oficinas, sumando 25.965 metros cuadrados en total.
Proceso mixto
Desde Asemar explican que no se trata de un proceso de subasta de un activo convencional, al tratarse de unidades productivas de una compañía estratégica para los intereses de las islas. En este caso, se trata de un sistema mixto (M&A más subasta extrajudicial) de tal forma que la entidad especializada implementará un primer proceso en el que se implementaran técnicas tradicionales de M&A que permitan la evaluación y selección de los mejores candidatos para participar en una fase final de subasta extrajudicial.
“De esta forma se logrará una adecuada ponderación de los interesados que reúnan una serie de requisitos como acreditar su solvencia financiera y tener conocimiento previo del sector para dar una nueva vida a los activos, al negocio y a las propias plantillas que integran la compañía”, comenta el director de Asemar, Rafael Tarazaga.
En una primera fase, Asemar abre un proceso concurrencial abierto y público de captación de ofertas. Posteriormente, los finalistas concurrirán a una subasta extrajudicial
Así, una de las novedades que se están analizando en el Proyecto de Ley de reforma del TRLC es el establecimiento del deber del adquiriente de continuar o reiniciar la actividad con las unidades productivas por un mínimo de tres años, de ahí esa seguridad de reunir y acreditar la suficiente solvencia financiera y conocimiento del sector.
De esta forma, en una primera fase, Asemar abre un proceso concurrencial abierto, público y transparente de captación de ofertas, que incluye la divulgación y promoción del proceso de venta, además de la búsqueda de potenciales compradores y la selección de finalistas junto con la Administración Concursal. A partir de ahí, los autores de las ofertas finales seleccionadas concurrirán a una subasta extrajudicial realizada por Asemar como entidad especializada.
La celebración de la subasta tendrá lugar el día y a la hora señalado por Asemar y su duración mínima será de cinco horas, siendo su última fase la formalización de la operación mediante otorgamiento de la escritura pública de compraventa, previa notificación de la resolución judicial que apruebe la adjudicación.
Este procedimiento de venta de las unidades productivas, cuya puesta en marcha ya ha sido autorizado por el juez del concurso, supone un movimiento de gran trascendencia para el ecosistema agroalimentario de Canarias, un sector clave para la economía de esta comunidad autónoma que está compuesto por más de 1.000 empresas y una facturación de 1.500 millones de euros en 2020.