Nestlé apuesta por la agricultura regenerativa

infoRETAIL.- Nestlé, dentro de su objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, está impulsando numerosas iniciativas con el objetivo de ir más allá de una agricultura sostenible y avanzar hacia una manera regenerativa de trabajar la tierra. 

En este sentido, en materia de nutrición infantil, el 100% de los cereales locales que se utilizan para elaborar las papillas Nestlé se cultivan en campos de Castilla y León de forma sostenible. Además, en tan solo dos años, la compañía ha logrado que cerca del 40% de esta materia prima ya proceda de la agricultura regenerativa.

“Queremos que la elaboración de nuestros cereales infantiles tenga un impacto positivo en el ecosistema local y este compromiso empieza desde el origen. Hoy contamos con una extensión de 4.000 hectáreas, ubicadas en Castilla y León, en las que la materia prima ya se cultiva con novedosas prácticas regenerativas y aspiramos a triplicar las toneladas este 2024”, explica el director de Nutrición Infantil de Nestlé Iberia, Luis Pinto.

Nestlé, que tiene como objetivo alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, aspira a triplicar las toneladas de cereal procedente de agricultura regenerativa este 2024

Desde 2022, Nestlé y Fundación Global Nature impulsan un proyecto para promover una serie de medidas en las explotaciones agrarias con el objetivo de proteger los recursos naturales como el suelo, el agua y la biodiversidad y reducir la huella de carbono.

“Para nosotros es una gran satisfacción estar al lado de los agricultores e impulsar este nuevo modelo de agricultura. El objetivo es la regeneración del suelo, es decir, mejorar su salud, en cuanto a fertilidad y resiliencia, para ayudar a mejorar su rendimiento y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono. Una buena gestión del suelo tiene un papel fundamental, porque permitirá absorber y almacenar carbono de forma sostenible, reduciendo la cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera”, destaca el agrónomo coordinador del proyecto, Agustín Fuentes.

Por su parte, el coordinador de proyectos de Fundación Global Nature, Jordi Domingo, explica que las alianzas a largo plazo con el sector agroalimentario son el único modo de introducir cambios significativos en el modelo de negocio. “Se ha trabajado codo a codo con los agentes de la cadena de suministro, incorporando su visión, adaptando las prácticas agroambientales a su contexto e incorporándolas a una cadena de valor. Se han alineado los intereses de todos”, explica. 

“En este trabajo -prosigue- hemos comprobado que la transición hacia la agricultura regenerativa tiene unos tiempos muy determinados. Es una transición que requiere un esfuerzo considerable, que incluye evaluaciones en campo de los beneficios alcanzados, planes de acción financiados para los agricultores o el acompañamiento a los productores, entre otros; y ahora tenemos claro que es un cambio de modelo que funciona y queda para siempre”.

Prácticas sostenibles
Entre las prácticas implementadas en estos campos, destacan el uso de fertilizantes orgánicos en sustitución de los químicos y una apuesta por la rotación de cultivos; promover el mínimo laboreo y la siembra directa; la siembra de cultivos de cobertura; así como apostar por la agricultura de precisión y usar estaciones meteorológicas de alerta de enfermedades para, en función del riesgo, controlar las plagas en el momento óptimo.

Asimismo, se apuesta por conservar y preservar hábitats seminaturales para favorecer áreas no productivas dentro de las propias fincas y de su entorno, contribuyendo así a restaurar y potenciar también la biodiversidad; y fomentar el origen local y sostenible de la materia prima. Por este motivo, la mayoría de la materia prima de los cereales para bebés de Nestlé se cultiva a menos de 50 kilómetros de distancia del molino en el que se obtiene la harina de cereal, contribuyendo así a una reducción de las emisiones.