infoRETAIL.- Hoy lunes se ha celebrado la reunión constituyente de la mesa de negociación del nuevo convenio colectivo de grandes almacenes, que afectará a 230.000 personas, compuesta por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y los sindicatos CCOO, Fetico, UGT y Fasga.
Sobre la mesa, la difícil situación que atraviesa el sector como consecuencia de la pandemia de covid-19, así como el crecimiento exponencial del comercio electrónico. Fuentes de Anged consultadas por infoRETAIL se muestran optimistas de cara a la consecución de un acuerdo favorable para el sector, tal y como sucedió en 2012 y 2017.
“Acabamos de comenzar el partido y aún quedan elementos a concretar, ya que se trata de una negociación con muchas complejidades, pero tenemos la voluntad de llegar a un acuerdo positivo”, señalan desde la asociación empresarial, que recuerda para la aprobación de los convenios precedentes todas las partes se vieron obligadas a “hacer cesiones en momentos complicados”.
“La situación de ventas del sector hace que Anged no pueda plantear un encarecimiento de los costes fijos, pero sí que apuesta por incrementar los salarios si mejora el resultado de las empresas”
Anged ha realizado una presentación con los datos e impacto de la pandemia y la crisis económica en el sector servicios: un 8,6% de caída del ICM (índice de comercio minorista), una pérdida de afluencia de clientes de más del 40% y una caída del 17,6% de ventas en comparación con enero de 2020.
Desde los sindicatos aseguran que, con estos datos de fondo, la entidad empresarial ha puesto sobre la mesa la necesidad de cambiar el modelo para adaptarse a los hábitos de consumo que se han consolidado durante la pandemia.
En este sentido, la asociación que agrupa a empresas como Carrefour, Alcampo, Eroski, El Corte Inglés, Ikea, MediaMarkt o Leroy Merlin recuerda que la crisis sanitaria ha dado lugar a una crisis económica que debe de ser abordada por la mesa negociadora del convenio desde la perspectiva de conservar el empleo como elemento nuclear.
Asimismo, Anged destaca la resiliencia de los trabajadores y la adaptación de las empresas a un mercado en el que la venta presencial y la venta no presencial conviven de forma natural. “El convenio colectivo debe de responder a esta realidad. Empleados y empresas están demostrando, durante esta extraordinaria situación de la pandemia, que pueden y que saben adaptarse a estos cambios”, señala la asociación.
Anged explica que la situación de ventas del sector le impide plantear un encarecimiento de los costes fijos, pero sí que apuesta por incrementar los salarios si mejora el resultado de las empresas. “Esta trazabilidad entre empleo, productividad, realidad del comercio en omnicanalidad y la adecuación de los costes a la realidad del momento que vivimos debe ser el elemento que presida las negociaciones del convenio colectivo”, añade la entidad.
Nuevo modelo
“El nuevo modelo se estructuraría alrededor de la omnicanalidad y tendría al convenio colectivo como herramienta necesaria para realizar la transición”, explican las asociaciones sindicales, que añaden que la propuesta de Anged incluye la congelación salarial a cuatro años y la desregulación de jornada con el aumento del trabajo en domingos y festivos. En concreto, se aumentaría el trabajo en festivos a 23 días a “puerta cerrada” para realizar labores logísticas y poder adaptarse a sus competidores online.
A este respecto, el secretario general de Fetico y negociador de este convenio, Antonio Pérez, manifiesta: “Es cierto que la crisis por la pandemia ha azotado el sector servicios, las diferentes olas y cierres han ido mermando al sector y a la economía mundial, aunque es igualmente cierto que las plantillas de este sector han dado la “cara” con valentía y profesionalidad, y esto debe ser tenido en cuenta”.
En esta línea, insiste en posibles soluciones: “Cualquier medida debe ser transitoria y no estructural, además la congelación salarial es inadmisible para este sindicato”.
Plantillas “en el centro”
Coincide en este punto con CCOO, donde se muestran convencidos de que cualquier transición digital se tiene que realizar poniendo a las plantillas en el centro: “En un sector donde el valor añadido lo aportan las personas que atienden a la clientela, hacer un cambio de modelo a costa de ellas sería un error estratégico”.
Así, ha mostrado su oposición a que se utilice la transición digital para empeorar las condiciones de la plantilla limitando su posibilidad de conciliar su vida personal y familiar con la laboral o congelando su salario.
Además, CCOO entiende que “hay que marcar las bases para otra forma de regular el tiempo de trabajo, en función de los cambios, que conjugue las nuevas necesidades con la conciliación y reconozca cualitativa y cuantitativamente la productividad y los esfuerzos de las plantillas”.
En este sentido, Anged ha querido aprovechar la reunión para alabar la gran capacidad que han tenido las plantillas para adaptarse a todos los cambios que han marcado al sector en este último año.