Revlon, en concurso de acreedores

infoRETAIL.- La multinacional cosmética Revlon -propietaria, además, de marcas de celebrities como Elizabeth Taylor, Britney Spears Fragrances o Christina Aguilera Fragrances-, se ha acogido finalmente al Capítulo 11 de protección contra la bancarrota (equivalente a la petición de concurso de acreedores), después de haber luchado en los últimos años con sus competidores más directos, fundamentalmente marcas emergentes centradas en internet.

La compañía había ido languideciendo de manera exponencial, hasta registrar en 2021 un descenso del 22% en sus ventas netas con respecto a sus cifras de 2017.

El fabricante de esmaltes de uñas y lápices labiales, controlado por el multimillonario Ron Perelman y dirigido por su hija Debra, atesoraba una deuda de 3.310 millones de dólares (3.184 millones de euros) al 31 de marzo y había presentado una lista de activos y pasivos de entre 1.000 y 10.000 millones de dólares (961 y 9.621 millones de euros), según la solicitud presentada ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.

La declaración de quiebra se produce días después que The Wall Street Journal informara de que Revlon había iniciado conversaciones con los prestamistas ante los inminentes vencimientos de deuda para evitar la bancarrota.

Ventas mermadas
Las ventas de Revlon se han visto fuertemente perjudicadas por los problemas de suministro y su escasa apuesta por la categoría de cuidado facial, que se ha visto desplazada en los lineales de los principales distribuidores americanos por marcas de nueva creación también respaldadas por celebridades como Kylie Cosmetics, de Kylie Jenner y Fenty Beauty, de Rihanna.

Por el contrario, su rival Coty ha ganado cuota de mercado invirtiendo con fueraza para mejorar los suministros y atender a un repunte postpandémico de la demanda de rímel y lápices labiales.

Formada en 1932 por los hermanos Charles y Joseph Revson y Charles Lachman, Revlon, famosa inicialmente por sus esmaltes de uñas, fue vendida a MacAndrews & Forbes en 1985 y salió a bolsa 11 años después. En 2016, la compañía compró Elizabeth Arden por 870 millones de dólares (836 millones de euros) para fortalecer su negocio de cuidado de la piel.