Bandera de Portugal

infoRETAIL.- La Autoridad de la Competencia en Portugal (AdC) ha impuesto multas a seis cadenas de distribución alimentaria y dos proveedores de bebidas por acordar indirectamente la fijación de precios de venta al público. El importe total de las sanciones alcanza los 304 millones de euros.

El organismo regulador ha señalado que la cadena Modelo Continente -propiedad de Sonae-, Pingo Doce -perteneciente a Jerónimo Martins-, las divisiones locales de Auchan Retail e Intermarché y el proveedor Sociedade Central de Cervejas (SCC) acordaron un aumento progresivo en los precios de varias bebidas, incluidas cervezas y aguas.

En estas prácticas ilegales, acaecidas entre 2008 y 2017, también participaron directamente un administrador de SCC y un director de la Unidad de Negocios de Modelo Continente. Entre los productos objeto de este acuerdo se encontraban las cervezas Sagres y Heineken, pero también Bandida do Pomar y Água do Luso, con el ánimo de hacerlos crecer progresivamente en el mercado minorista.

Pingo Doce, Intermarché y E.Leclerc, entre las cadenas sancionadas por pactar los precios de bebidas. Estas prácticas irregulares se produjeron entre 2007 y 2017

En una segunda decisión, la AdC ha condenado a estas mismas cadenas de distribución (Modelo Continente, Pingo Doce, Auchan e Intermarché), a las que se han sumado Lidl y Cooplecnorte (propiedad de E.Leclerc), por combinar precios a través del proveedor de bebidas alcohólicas Primedrinks.

En este caso, la práctica consistió en la fijación de precios indirectos de venta al consumidor de varios productos del portfolio de Primedrinks, como los vinos Esporão, Aveleda y The Famous Grouse, el whisky Grant’s, la ginebra Hendricks o el vodka Stolichnaya. Esta irregularidad se prolongó durante diez años (entre 2007 y 2017) y también tuvo como objetivo la subida gradual y progresiva de los precios en el mercado minorista.

La multa más elevada corresponde a Modelo Continente, condenada a pagar casi 122 millones de euros, seguida de Pingo Doce (91 millones) y SCC (29,5 millones). En el caso de Intermarché la sanción asciende a casi 22 millones de euros, mientras que Primedrinks tendrá que abonar más de siete millones y Cooplecnorte (E.Leclerc) unos dos millones.

La práctica sancionada por la AdC tiene, en la terminología de la competencia, la designación de hub-and-spoke. Se trata de una práctica en la que los distribuidores hacen uso de los contactos que tienen con el proveedor común para asegurar, a través de este, que todos tengan el mismo precio de venta al público (PVP), asegurando un aumento generalizado de PVP y evitando contactos directos entre sí, como suele suceder en un cartel.

“Mediante el uso de un proveedor común, las empresas participantes aseguraron la alineación de sus precios de venta al público, restringiendo así la competencia de precios entre los supermercados y privando a los consumidores de precios diferenciados”, explica la AdC en un comunicado.

Se trata de las primeras condenas en Portugal por una práctica concertada de fijación indirecta entre empresas distribuidoras mediante la coordinación de proveedores en el ámbito de las investigaciones iniciadas por la AdC en 2017. Las cadenas podrán apelar ante el Tribunal de Competencia, Regulación y Supervisión del país luso.