Fiab confía en el buen reparto del Perte

infoRETAIL.- La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) valora positivamente las líneas de inversión del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para el sector agroalimentario aprobado ayer en el Consejo de Ministros, aunque considera insuficiente la dotación económica prevista para la industria.

“Creemos que, dado el peso de la industria española de alimentos y bebidas en la economía española, la cuantía asignada es insuficiente para transformar el sector”, afirma Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, quien confía, no obstante, en que el proyecto se complemente con una línea de ayudas directas a la industria que permitan la pretendida transformación de la cadena agroalimentaria, uno de sus principales objetivos.

Desde FIAB valoran muy positivamente que el Perte reconozca el carácter estratégico del sector, así como el modelo de gobernanza propuesto en él, basado en la colaboración entre organismos públicos y representantes del sector privado.

García de Quevedo: "La cuantía del Perte es insuficiente dada la importancia del sector de alimentos y bebidas, pero confiamos en que se complemente con ayudas a la industria"

“Somos un sector muy atomizado, constituido en su mayoría por pymes, y confiamos en que este modelo de gobernanza permita que las ayudas lleguen a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 96% del sector”, afirma García de Quevedo.

Enfocado en tres grandes bloques de actuación (competitividad, sostenibilidad y trazabilidad y seguridad alimentaria), desde FIAB también han valorado que cada solicitud de ayuda presentada deba incluir obligatoriamente actuaciones en dos de esos tres bloques, debiendo ser uno de ellos el de trazabilidad y seguridad alimentaria.

“Las pymes, por su propia estructura, van a tener dificultades para acceder a ayudas en dos bloques, por lo que sería más fácil y realista que optaran a ellas en uno de los tres grandes bloques que recoge el Perte”, recuerdan desde la Federación.

Con casi medio millón de trabajadores y más de 30.000 empresas, FIAB representa al sector de alimentos y bebidas en España, un segmento cuya producción alcanzó en 2020 un valor cercano a los 130.000 millones de euros y realizó exportaciones por valor de más de 33.000 millones de euros.

Reconocida mundialmente por la calidad y seguridad de sus productos, la industria de alimentación y bebidas tiene una importante presencia en todo el territorio nacional, en general, y en el medio rural, en particular, donde contribuye a dinamizar las zonas de la ‘España vaciada’ mediante la creación de empleo, la contribución a la fijación de población y al mantenimiento de infraestructuras y servicios básicos.

El Perte en el sector cárnico
De la satisfacción, matizada, que la aprobación del Perte agroalimentario ha ocasionado entre las industrias vinculadas al sector participan muy activamente las seis organizaciones interprofesionales que integran el segmento ganadero-cárnico. Así, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici); la de Carne Avícola (Avianza); la del sector Cunícula (Intercun); la del Ovino y el Caprino de Carne (Interovic); la del Porcino de Capa Blanca (Interporc); y la de la Carne de Vacuno (Provacuno) confían en obtener de él las herramientas de sostenibilidad y digitalización necesarias para apuntalar la posición española en la vanguardia europea y mundial de la industria cárnica.

Para las interprofesionales ganadero-cárnicas, la aprobación del Perte supone el broche de oro a la iniciativa pionera impulsada por ellas mismas y concebida como un plan estratégico sectorial ligado a los fondos europeos que, a día de hoy, está ya desarrollándose por parte de un amplísimo número de empresas de toda la cadena (ganaderos e industrias) en España.

En el sector cárnico ganadero, el Perte se acompaña de una importante inversión privada  tendente a incrementar la sostenibilidad e innovación de las 1.689 empresas del ramo adheridas a él

El proyecto del sector moviliza una importante inversión privada que acompaña al Perte, con el objetivo de incrementar la sostenibilidad e innovación de las empresas cárnicas y ganaderas, que contribuirán así a la recuperación y la transformación económica del país. En él participan 1.689 empresas y ganaderos de todas las Comunidades Autónomas, de las que el 73,6% son pymes, junto a socios tecnológicos en los ámbitos de la economía circular, las energías renovables y la digitalización, y con un importante foco en la problemática territorial de nuestro país y la contribución en positivo a la vertebración de la España rural y la lucha contra la despoblación.

De hecho, la distribución del proyecto ganadero-cárnico por municipios según su dimensión se concentra en un 21% en municipios de menos de 1.000 habitantes, en un 23% en otros de entre 1.000 y 5.000, en un 30% en aquellos de 5.000 a 30.000 y un 26% en los de tamaño mayor. Además, el impacto del proyecto será importante en la generación de empleo, estimándose una creación de 18.007 puestos de trabajo, de los que el 80% corresponderá a municipios de menos de 30.000 habitantes.

La industria cárnica es uno de los primeros sectores industriales en España y supone cerca del 2,2% del PIB total y el 13,8% del PIB de la rama industrial, con una facturación de 27.957 millones de euros, junto a 25.000 establecimientos minoristas especializados con ventas superiores a 5.000 millones de euros. 

La actividad engloba más de 350.000 granjas que dan empleo directo a más de medio millón de personas en la ganadería y a 200.000 en las industrias cárnicas y el comercio minorista. Presente en 140 países de todo el mundo, los productos cárnicos españoles son valorados por su calidad y seguridad y aportan unos 9.000 millones de euros de exportaciones a la balanza comercial de España, un saldo positivo del 799%.

Los sindicatos piden participar
Por su parte, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT exige al Gobierno participar en el reparto tanto de los 1.000 millones de euros con los que está dotado el Perte, como en los 2.000 que se contempla que aporte la iniciativa privada, para poder así consensuar la ejecución de los proyectos y presentar sus propuestas particulares de potenciación del sector y asegurar las mejores condiciones laborales para las personas que trabajan en él.

"Estas inversiones son fundamentales para emprender la modernización de un sector que es la octava potencia mundial, representa el 10% del PIB nacional y contribuye, en términos de producción y transformación agroalimentaria, con el 5% al valor añadido bruto de la economía española, muy por encima de la media europea", se afirma desde UGT.

El Perte debe dotar a la industria agroalimentaria "de más y mejores infraestructuras, redes logísticas y potenciar las actividades de transformación agroalimentaria en polos económicos rurales que fijan población y crean el caldo de cultivo para el desarrollo del resto de los sectores económicos, así como para agilizar el proceso de digitalización y a acelerar la transición hacia un sistema alimentario sostenible, sin impacto medioambiental, al tiempo que potencia la implantación de los procesos de digitalización e innovación", se concluye desde fuentes sindicales.