Biogran impulsa la biodiversidad agrícola

infoRETAIL.- Biogran, compañía especializada en alimentación ecológica y parte del grupo Ecotone, destaca los problemas que el monocultivo de solo nueve tipos de cereales, predominante en la industria alimentaria tradicional, causa en la biodiversidad y en la degradación de los suelos. La empresa también resalta los beneficios de diversificar los cultivos en las zonas agrícolas.

Actualmente, de los 2.871 millones de toneladas de cereales producidos anualmente en el mundo, la mayoría provienen de un reducido grupo de nueve tipos de cultivos: maíz, sorgo, mijo, trigo, arroz, cebada, avena, teff y quinoa. Esto contrasta con los más de 30 tipos diferentes de cereales que podrían cultivarse. Según Biogran, "limitar el cultivo a menos del 25% de la variedad existente representa una amenaza significativa para la biodiversidad agrícola, ya que contribuye a la degradación de los ecosistemas y agrava los efectos de la crisis climática".

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informa que los monocultivos intensivos han reducido la biodiversidad del suelo hasta en un 70% en algunas regiones desde 1900. Esto ha provocado la desaparición de variedades tradicionales y ha limitado las opciones de los agricultores para adaptarse a condiciones climáticas cambiantes o plagas. Además, esta práctica agota los nutrientes del suelo y contribuye a la degradación de más del 33% de los suelos agrícolas a nivel mundial, lo que acelera la desertificación y la pérdida de carbono, intensificando el calentamiento global. La

FAO también resalta que una gran parte de los cereales cultivados se destina a la ganadería intensiva, que representa aproximadamente el 12% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que establece un vínculo directo entre los monocultivos de cereales y el cambio climático.

Ana González Nieto: "Las principales acciones que llevamos a cabo para proteger y restaurar la biodiversidad incluyen el rechazo al uso de sustancias químicas en el campo o la promoción del consumo de alimentos vegetales"

El presidente de la Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (Asobio) y CEO de Biogran, David Caré, respalda los datos de la FAO, subrayando que "la única forma de preservar la diversidad de cereales y asegurar la salud alimentaria de las futuras generaciones es comprometerse de manera firme con la defensa y restauración de la biodiversidad". Esta filosofía es clave tanto para Asobio como para Biogran, que promueve un modelo de negocio basado en hábitos de alimentación ecológicos, saludables y responsables.

Con el objetivo de restaurar la biodiversidad y promover un modelo agrícola más sostenible, Biogran aboga por recuperar la agricultura tradicional y ecológica, diversificando los cultivos de cereales e implementando técnicas como la rotación y la asociación de cultivos, que favorecen la fertilidad del suelo y favorecen la interacción entre plantas y microorganismos beneficiosos. La empresa también trabaja con productores para recuperar variedades olvidadas como el trigo khorasan o el mijo perlado, que requieren menos recursos hídricos y son más resistentes al cambio climático. Además, apoya a los agricultores ecológicos con programas formativos y el acceso a mercados justos, promoviendo cadenas productivas cortas y locales para reducir la huella de carbono.

"Las principales acciones que llevamos a cabo para proteger y restaurar la biodiversidad incluyen el rechazo al uso de sustancias químicas en el campo, la promoción del consumo de alimentos vegetales, ya que la ganadería intensiva es una de las principales causas de la deforestación, y la adopción de prácticas agrícolas con estándares orgánicos, como la implementación de ciclos largos en la rotación de cultivos", señala la directora de Calidad e I+D de Biogran, Ana González Nieto

Asimismo, El Granero Integral, la marca de Biogran especializada en el cultivo ecológico de cereales, lleva más de 40 años colaborando con agricultores locales para promover prácticas regenerativas en la producción de alimentos, con el fin de beneficiar tanto a las comunidades locales como al medio ambiente.