infoRETAIL.- La empresa de distribución Cabrero e Hijos mantiene intacta su dinámica de crecimiento y prueba de ello es la reapertura de un supermercado en la ciudad de Huesca. En concreto, la tienda está localizada en la plaza de San Antonio y ha pasado de 550 metros cuadrados de superficie a 1.200. 

La compañía, que ha invertido más de 600.000 euros en esta remodelación, ha incorporado al establecimiento nuevas secciones como las de pescadería-congelados a granel y horno de pan-pastelería, sumándose a las ya existentes de frescos (carnicería, charcutería, frutas y verduras, productos elaborados y cremería, entre otras).

Además, se ha habilitado en el interior del comercio una zona denominada Plaza del Mercado, donde se han situado todas las secciones de frescos “consiguiendo un efecto muy llamativo”, señalan desde la compañía. Esta filosofía en la distribución del espacio en las secciones de productos frescos, es una apuesta que ha venido realizando el operador oscense en sus últimas aperturas, ya que representan cerca del 60% de su facturación.

Con la reapertura de esta tienda, que opera con la enseña Supermercado Altoaragón, Cabrero e Hijos ha generado ocho nuevos puestos de trabajo, con lo que la plantilla total del centro asciende hasta las 18 personas.

De cara al año 2013, el distribuidor aragonés tiene prevista la remodelación del Supermercado Altoaragón del Paseo Ramón y Cajal en la capital oscense (fue el comienzo del sucursalismo en la empresa Cabrero e Hijos). Asimismo, prevé abrir un nuevo establecimiento de 800 metros cuadrados, en la localidad de Sabiñánigo (Huesca), donde la empresa cuenta con dos supermercados.

Cabrero e Hijos sigue fiel en su línea de ofrecer productos con marca de fabricante, ya que en su surtido no comprende marcas blancas. “Es el gran diferencial de la empresa frente a sus competidores en la región aragonesa”, subrayan fuentes de la compañía, que añaden que otro elemento característico de su actividad es ofrecer a sus clientes productos agroalimentarios de nuestra zona. 

“Los productos cárnicos son, en su inmensa mayoría, tratados en nuestra sala de despiece y provienen de ganaderos de nuestra provincia. Las reses son sacrificadas en los mataderos de Huesca y Sabiñánigo, para garantizar el frescor y la calidad, que es la seña de identidad de nuestros productos”, rubrican desde Cabrero e Hijos.