Duran i Lleida, con Antonio Garamendi

infoRETAIL.- El sector de la distribución alimentaria registró 353.000 bajas laborales entre la población protegida por las mutuas en 2024, un 4,58% más que en 2023. De media, estas bajas se prolongaron 46 días.

El coste total de esta situación alcanzó los 1.023,3 millones de euros, sumando tanto las prestaciones económicas de la Seguridad Social a cargo de las mutuas como el coste directo para las empresas. Esto supone un aumento de 128 millones respecto a 2023 y de 556 millones en comparación con 2018, lo que refleja un incremento del 118,88% en los últimos seis años.

Estos datos se recogen en el informe 'Evolución de los Indicadores de Absentismo Laboral por ITCC en el Sector de la Distribución Alimentaria y España de 2018 a 2024', elaborado por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) y presentado en una jornada sobre absentismo laboral organizada por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) y AMAT en la sede de CEOE.

En este contexto, el presidente de Asedas, Josep Antoni Duran i Lleida, destacó que “el absentismo laboral es un problema social que afecta a toda la población y, por ello, es urgente abordarlo. Es necesario tomar medidas para proteger la salud de los trabajadores y, al mismo tiempo, reducir el impacto en las empresas, la productividad, la Seguridad Social y la imagen del país”. Añadió que “nuestro sector es muy intensivo en empleo y el aumento de las bajas por incapacidad laboral se ha disparado. Las soluciones –mejor gestión sanitaria, más recursos para las mutuas, mejores controles y concienciación social– están al alcance de la mano. Es necesario abrir un diálogo social que afronte este grave problema sin complejos”.

El coste por absentismo laboral en la distribución alimentaria prácticamente se ha duplicado durante los últimos seis años 

El informe pone de manifiesto que, en la distribución alimentaria, las bajas por patologías traumatológicas derivadas de contingencias comunes tuvieron una duración media de 75 días cuando fueron tratadas por los servicios públicos de salud de las Comunidades y Ciudades Autónomas. En cambio, cuando estas mismas patologías fueron atendidas por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, la media se redujo a 42 días, evidenciando una diferencia significativa en los tiempos de recuperación.

Como resultado, en 2024, 77.000 trabajadores de la distribución alimentaria con patologías traumatológicas derivadas de contingencias comunes tardaron 33 días más de lo necesario en recuperarse y reincorporarse a sus puestos. Esta demora se debe, en gran parte, a la elevada carga asistencial y burocrática de los servicios públicos de salud autonómicos.

El informe también revela que, en 2024, el equivalente a 78.885 trabajadores del sistema de la Seguridad Social no acudió ningún día a trabajar en supermercados, autoservicios y distribución mayorista, un 4,56% más que el año anterior.

A nivel nacional, el gasto de la Seguridad Social por absentismo laboral alcanzó los 28.987 millones de euros en 2024, lo que supone un incremento de 3.660 millones respecto a 2023 y de 14.425 millones en comparación con 2018, reflejando un aumento del 99% en los últimos seis años.

“El año pasado, 8,7 millones de trabajadores estuvieron de baja por enfermedades o accidentes no laborales, lo que generó un coste cercano a 29.000 millones de euros a nivel nacional. De ellos, más de 1.283.000 sufrieron una baja por patologías traumatológicas derivadas de contingencias comunes. Si hubieran recibido asistencia sanitaria integral y el alta médica en los centros de las mutuas, su tiempo de baja se habría reducido en 30 días, lo que habría supuesto un ahorro de más de 3.086 millones de euros: 1.928 millones a cargo de la Seguridad Social y 1.158 millones en costes directos para las empresas”, concluyó el presidente de AMAT, Juan Roca.

Por su parte el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, señaló que “la empresa siempre ha estado al frente para avanzar y mejorar en materia de prevención de riesgos laborales. Si bien, es evidente que los datos de incapacidad temporal son preocupantes y eso es algo de lo que hay que hablar. Para ello quiero poner en valor el papel de las mutuas en la solución de este problema”.