Etiquetado de las bebidas alcohólicas 

infoRETAIL.- El objetivo de las etiquetas de alimentos y bebidas es aportar información de interés (ingredientes y valores nutricionales) a los consumidores para tomar decisiones informadas. Hasta ahora, las bebidas alcohólicas estaban exentas, pero esta excepción ha terminado, avanzando hacia la transparencia, según Eroski Consumer.

En este sentido, ya en el año 2017, la Comisión Europea destacó la necesidad de mayor transparencia en un informe sobre el etiquetado obligatorio de ingredientes y valores nutricionales en bebidas alcohólicas, instando a la industria a desarrollar un plan de autorregulación.

Con esta premisa, diferentes actores del sector aportan su visión acerca de la situación actual del etiquetado de este tipo de productos. “Si bien la cerveza se considera un alimento, la normativa no exige la inclusión obligatoria de la lista de ingredientes ni la información nutricional completa, requiriendo, sin embargo, la indicación del grado alcohólico si supera 1,2%”, explica el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, agregando que “no obstante, el sector cervecero, en un ejercicio de transparencia, ha asumido voluntariamente el compromiso de proporcionar esta información, equiparándose a las exigencias de etiquetado de otros alimentos”.

Por su parte, el director ejecutivo de Espirituosos de España (FEBE), Bosco Torremocha, destaca que su sector “pone a disposición del consumidor toda la información sobre el valor nutricional y el listado completo de ingredientes de sus productos desde la etiqueta”. Además, matiza que “este compromiso de autorregulación se está implantando desde mayo de 2023 de forma paulatina, de manera que cada vez que las empresas soliciten nuevas etiquetas, estas ya incluirán esta información”.

El sector del vino
A diferencia de la cerveza y los espirituosos, que optan por la autorregulación, el vino se enfrenta a una situación distinta. En diciembre de 2021, se publicó el Reglamento (UE) 2021/2117, que establece nuevas normas de etiquetado para el vino y los productos vitivinícolas aromatizados, aplicables desde el 8 de diciembre de 2023. Estas normas obligan a incluir en el etiquetado la lista de ingredientes y la información nutricional.

El Reglamento (UE) 2021/2117 establece nuevas normas de etiquetado para el vino y los productos vitivinícolas

Sin embargo, el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, señala que “la autorregulación es enormemente complicada en un sector donde el 99% son pymes y, de estas, el 75% son micropymes. Hablamos de pequeñas bodegas familiares, lo que dificulta seguir ese modelo”. Pese a este desafío, desde la FEV se comprometieron a implementar la normativa y garantizar que los productos elaborados desde el 8 de diciembre de 2023 cuenten con etiquetas que incluyan esta información. No obstante, Benítez aclara que, “aunque la implementación de estas etiquetas está siendo masiva, no significa que ya podamos encontrarlas en los lineales”.

¿En qué punto se encuentra el etiquetado? 
En líneas generales, sólo el 22,2% de las bebidas alcohólicas cumple con el compromiso de que las etiquetas ofrezcan información nutricional y sobre ingredientes, según el informe elaborado por el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Grupo de Trabajo de Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

Iñaki Galán: "La voluntariedad no se cumple; debe ser obligatorio, como en el caso del vino”

En este sentido, uno de los autores del informe, Iñaki Galán, señala que “la voluntariedad no se cumple; debe ser obligatorio, como en el caso del vino”. Bosco Torremocha menciona que es un proceso paulatino y destaca que, “según la auditoría realizada por Mercadinámica, el 70% de las referencias de cerveza ya incluyen información nutricional en su etiqueta”, aunque esto sigue siendo voluntario para este producto.

Asimismo, la industria ha luchado para conseguir que se permita el etiquetado digital a través de códigos QR. La implementación de esta medida ha sido variada en Europa. “Hemos conseguido que se incluya en la etiqueta información obligatoria, como los alérgenos o las calorías, y el resto en QR. Nos parece que es el futuro y, además, permite ofrecer mucha más información, que colocada en la etiqueta apenas podría leerse”, explica José Luis Benítez. Por su parte, Torremocha defiende la implantación del etiquetado digital porque proporciona “accesibilidad para los consumidores, mejora la trazabilidad y ofrece agilidad y rapidez en las actualizaciones”.