infoRETAIL.- El año 2025 será un año clave para el sector cárnico. Los desafíos, tanto regulatorios como comerciales, exigirán que los productores y exportadores se adapten de manera ágil a un panorama global cada vez más complejo y cambiante, para evitar perder competitividad y posiciones en el ranking mundial de países exportadores que lidera.
Así lo cree la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), destacando que, para mantener ese liderazgo, uno de los principales desafíos será la apertura de nuevos mercados y consolidar la penetración en otros de reciente apertura.
“El sector cuenta con la ventaja que otorga la experiencia, así como su enorme capacidad de adaptación y resiliencia. A ello se suma la excelente imagen que se proyecta fuera de nuestras fronteras por la calidad de los productos que se exportan. Un binomio que le ha permitido consolidar una presencia internacional destacada a lo largo de los años, exportando actualmente a más de 120 países”, detallan desde Anice.
De enero a noviembre de 2024, los elaborados alcanzaron unas exportaciones de 199.685 toneladas, con un valor de 1.623,5 millones de euros
Según los datos aportados por la asociación, en los últimos cinco años (de 2019 a 2024, de enero a noviembre) prácticamente todos los grandes capítulos de las exportaciones han reportado resultados de liderazgo. Así ha sido en el sector de la carne de porcino, donde las exportaciones en los primeros 11 meses de 2024 alcanzaron las 2.326.258 toneladas, con un valor de 6.518,5 millones de euros. En comparación con el mismo período del quinquenio de referencia (2019-2024), el crecimiento en valor ha sido del 39,2%.
En estos primeros 11 meses de 2024, el sector de vacuno sumó exportaciones por 251.209 toneladas por un valor de 1.345 millones de euros. Esto significa un crecimiento del 82,5% de enero a noviembre en el periodo 2019-2024.
El sector ovino, por su parte, alcanzó un volumen de 47.041 toneladas, con un valor de 348,1 millones de euros, un 69,1% más en comparación con el periodo analizado. Asimismo, los elaborados, de enero a noviembre de 2024, alcanzaron unas exportaciones de 199.685 toneladas, con un valor de 1.623,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 60,9% respecto al mismo período de los últimos cinco años.
Perspectivas para 2025 en los distintos mercados
En 2025, el sector continuará trabajando activamente para consolidar estas magnitudes, fortalecer su posición en los mercados globales y afianzar la presencia de empresas españolas en los destinos donde ya operan. Países como Estados Unidos, Filipinas y Canadá han realizado recientemente auditorías a establecimientos españoles con el objetivo de abrir sus mercados a la carne de ovino, mientras que Venezuela, Indonesia y China han llevado a cabo inspecciones para ampliar el número de plantas autorizadas para la exportación de carne de porcino.
Todas estas exigentes y estrictas evaluaciones han arrojado resultados preliminares positivos, quedando ahora a la espera de la decisión final por parte de las autoridades de cada país, demostrando una vez más una de las grandes fortalezas del sector, como son sus sistemas de trazabilidad, sostenibilidad, bienestar animal y calidad y seguridad alimentaria.
En el caso de Venezuela el sector ya cuenta con la conformidad definitiva de las autoridades del país y la correspondiente autorización a todas las plantas visitadas. En el horizonte, también, la próxima reapertura del procedimiento para nuevas autorizaciones de plantas de porcino para Corea del Sur, la apertura de una nueva ventana de autorizaciones de establecimientos para México, la consolidación de exportaciones de ovino, caprino y vacuno en Marruecos y, más a largo plazo, las oportunidades de la carne de cerdo en Australia.
El desafío de las regulaciones sanitarias
Las regulaciones en los países terceros están en continua evolución y sometidas a los vaivenes de la sanidad animal que pueden afectar a algunas partes del mundo e, inmediatamente, beneficiar a otras. Para el director general de Anice, Giuseppe Aloisio, “eso exige un esfuerzo constante y continuo tanto de la Administración española, como de las empresas del sector para garantizar la fluidez de las exportaciones y minimizar coyunturas desfavorables”.
El avance de la Peste Porcina Africana en Europa o la reciente detección de un foco de Fiebre Aftosa en Alemania, recuerdan la necesidad de no bajar la guardia, así como de evitar intercambios comerciales con las zonas afectadas en Europa, poniendo especial atención en las más estrictas medidas de bioseguridad a lo largo de toda la cadena de producción.
Sin olvidar que el reconocimiento de la regionalización de la Peste Porcina Africana continúa siendo un tema pendiente en el que se debe seguir trabajando en mercados clave para nuestras exportaciones, como China o Japón, entre otros. En este contexto, desde Anice aseguran que las empresas deben mantenerse al tanto de la situación actual, siendo vital asumir la responsabilidad por parte de toda la cadena de producción porcina en España para evitar unas consecuencias incalculables para la producción y el comercio exterior porcino.
Tensiones geopolíticas y comerciales
Por otra parte, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha reavivado las tensiones de un comercio global marcado desde hace tiempo por la volatilidad y la incertidumbre.
En los últimos años, el precio de la carne de cerdo en la Unión Europea (y en España) ha estado en máximos históricos
Ahora, con su administración dispuesta a implementar nuevas barreras arancelarias, el sector cárnico en España (y el porcino en particular) observa con atención los posibles efectos que ello tendrá sobre el mercado internacional, analizando amenazas y oportunidades, cara y cruz de la misma moneda.
“Porque si bien las tensiones comerciales suelen generar inestabilidad y no beneficiar a nadie, la estrategia proteccionista de Trump podría abrir nuevos escenarios para la industria porcina española”, declara Giuseppe Aloisio.
“En los últimos años, España ha cedido terreno en mercados clave para el porcino como China, frente a competidores como Estados Unidos y Brasil. El precio de la carne de cerdo en la Unión Europea (y en España) ha estado en máximos históricos y para un producto commodity como la carne, se provocan desplazamientos interesados de las preferencias de los mercados, debido al precio”, ahonda el director general.
Según Anice, el sector porcino español deberá mantenerse en alerta y ver qué sucede para adaptarse a un escenario cambiante, en el que la situación geopolítica vuelve a jugar un papel determinante
Asimismo, subraya que “la imposición de aranceles estadounidense a los productos de China (y la incógnita de su reacción) podría remover el tablero y favorecer la recuperación de posiciones perdidas por las empresas españolas con el gigante asiático en los últimos años. Con un arancel a la carne americana, la carne española volvería a ser competitiva y China no podrá prescindir de sus importaciones de porcino, porque no es capaz de abastecer la demanda nacional con su producción”.
“Las primeras reacciones de China -prosigue- no se han hecho esperar y ya ha anunciado aranceles en las importaciones de carbón y gas licuado procedentes de Estados Unidos y se desconoce si este es un primer movimiento que pueda afectar a otros productos, en especial a los productos agroalimentarios y a la carne de porcino, en su caso”.
Por otro lado, recuerda que no se conoce el devenir de la investigación por dumping al porcino europeo iniciada por China en junio del 2024 “que ahora podría frenar por la necesidad de importar y habrá que estar preparados y el sector cárnico español lo está, por si se produjera esa carambola geopolítica favorable a nuestros intereses”.
A la espera de la confirmación y aplicación de las nuevas medidas arancelarias, el sector porcino español deberá mantenerse en alerta y ver qué sucede para adaptarse a un escenario cambiante, en el que la geopolítica vuelve a jugar un papel determinante en el comercio agroalimentario global. “En un contexto global en constante evolución, la resiliencia al cambio será una habilidad clave para adaptarse y prosperar frente a desafíos inesperados", concluye Aloisio.