infoRETAIL.- Si bien el hurto en las tiendas de moda ya era elevado antes de la pandemia, la tendencia era claramente descendente, ya que los sistemas antihurto se demuestran efectivos asegurando los artículos y protegiendo el establecimiento.
Sin embargo, las restricciones han impactado fuertemente en el sector de la moda y algunas de las medidas que han tomado es recortar en personal. Una de las consecuencias que ello ha causado es que el hurto se ha incrementado, pues al haber menos personal en tienda, se dificulta en gran medida la vigilancia de las prendas.
En este sentido, según los datos ofrecidos por la Guardia Civil, durante el Congreso de la Pérdida Desconocida de Aecoc, los hurtos en el comercio durante el año 2021 han descendido un 40% respecto a los del año 2018. El impacto anual es de 1.800 millones de euros, que equivale a un 0,8% de las ventas totales
Según el CEO de STC Nedap, Xavi García Muret, “la tecnología ha avanzado mucho en este aspecto”. García detalla que, antes, las antenas se limitaban a pitar cuando se cometía un hurto y actualmente están conectadas a la red, teniendo mucha más información sobre los artículos en tienda, el nivel de detección y el control del stock. “Las antenas cuentan con detector de metales para así identificar las técnicas de hurto habituales como el forro de bolsas o los imanes”, añade Xavi García.
Ante este escenario, STC Nedap ha elaborado un listado con las diez categorías con más incidencia de hurto del sector fashion con los datos recopilados de sus clientes y partners durante este pasado año 2021:
1. Camisetas. El número uno del ranking debido a que es la prenda más común en todas las tiendas. Incluye desde las camisetas básicas de algodón hasta las deportivas de los clubes de la liga española y recientemente se ha notado un repunte de hurto de camisetas de equipos de futbol femenino.
2. Sudaderas. Por motivos muy similares a las camisetas y con un precio mayor, ocupa el segundo lugar en la lista. Una prenda que es hurtada durante todo el año, ya que la rotación de las tendencias es alta y un jersey o sudadera es un elemento singular en la estética.
3. Chaquetas. Por su elevado precio y su reventa, tiene mucha incidencia de hurto especialmente, como es lógico, durante los meses de invierno. Las chaquetas de piel son especialmente deseadas por su calidad y valor.
4. Pantalones vaqueros. Una prenda presente en un alto porcentaje de tiendas por su versatilidad, su internacionalización y el hecho de que es transversal en edades y clases. Tiene mucha salida en el mercado de reventa.
5. Ropa interior y bañadores. Al existir tiendas especializadas en este tipo de prendas, y que algunos artículos son de precio elevado, nos encontramos con un nivel de hurto importante. Es una prenda que se puede comprar para uno mismo o para regalar y que en ocasiones, debido a la vergüenza, se opta por el hurto.
6. Ropa infantil. Debido a la alta rotación de prendas en la edad infantil, nos encontramos con un nivel elevado de hurto de este tipo de prendas. Aquí también incluimos los pequeños complementos como juguetes textiles o incluso chupetes.
7. Bolsos y mochilas. Bolsos, mochilas y carteras son complementos cuyo precio puede ser elevado e indicar un status social. De nuevo, ser un producto objeto de deseo crea una atracción a los ladrones y un mercado de reventa.
8. Gafas de sol. Por su tamaño reducido puede suponer una tentación para los amigos de lo ajeno, ya que es un complemento que es fácil guardarlo en un bolsillo y salir de la tienda.
9. Calzado. Principalmente, el calzado deportivo, ya que hoy en día se utiliza en todos los ámbitos más allá del ejercicio. Sin embargo, el calzado tradicional también sigue estando en los puestos altos del hurto y en general es una prenda deseada durante todas las estaciones del año.
10. Complementos. El resto de complementos se agrupa en el número diez de la lista, ya que es difícil discernir qué elemento se roba más. Los hay más estacionales como las bufandas, o elementos que se hurtan durante todo el año como los cinturones, pañuelos y foulards. Suponen un gasto adicional para el cliente que puede llegar a considerar que se “merece” ese extra y opta por hurtarlo.