infoRETAIL.- “Las familias empresarias agroalimentarias tienen unas capacidades muy interesantes; la orientación emprendedora es muy grande”, ha destacado el director del Instituto Nexia, Manuel Pavón, durante la celebración del encuentro digital ‘El sector agroalimentario y la empresa familiar’, organizado por el Instituto Nexia y patrocinado por Ingenieros Agrónomos de Cataluña, Vitartis y Servycat, grupo empresarial del que es director general Fernando Ortega, colaborador de El Blog del Retail.
Durante el evento, al que ha asistido infoRETAIL, se ha analizado cómo la influencia de la familia y la relación con su tierra hace que las empresas familiares del sector agroalimentario sean más sostenibles a largo plazo por la relación afectiva entre los miembros de la familia y la empresa familiar.
Asimismo, se han abordado otros puntos como que, por ejemplo, activos como la tierra o la marca constituyen una reserva de capital de la familia, y que sea una alternativa profesional para los más jóvenes y una oportunidad emprendedora.
Ta y como profundiza Ortega, el sector agroalimentario supone un 12% del PIB español y el 9,1% del empleo (2,4 millones de puestos de trabajo). En este sentido, alimentación y bebidas representa el 20% de la compra de los españoles. Además, el músculo exportador es muy importante, ya que el 17,6% de lo que sale de España es de estas dos categorías.
Durante el evento se ha analizado cómo la influencia de la familia y la relación con su tierra hace que las empresas familiares del sector agroalimentario sean más sostenibles a largo plazo
Ahondando más en el análisis por tipología de empresa, casi el 90% de las empresas SA y SL son empresas familiares y el 96% de las 28.000 compañías agroalimentarias son pymes (de esas el 80% familiares). Asimismo, generan el 75% del empleo. ¿La parte negativa? El 85% de las empresas familiares no sobrevive a la tercera generación.
Por este motivo, detalla Ortega, los retos que tiene la empresa familiar en el sector agroalimentario son muchos: tener al consumidor como centro y núcleo de todas las estrategias, tener una visión global de la cadena de valor (trazabilidad), transformación digital, cambio cultural, omnicanalidad, diversificación, seguridad alimentaria, continuidad familiar, aportar valor añadido, innovación, captación de talento y dotar formación específica necesaria, alianzas estratégicas, entrada en las foodtech, nuevos productos sustitutivos (plant based) y la relevancia del precio.
Siguiendo el relevo familiar
Uno de los grandes ejemplos de empresa familiar del sector agroalimentario que ha logrado reinventarse y perdurar en el tiempo es Grupo Ametller. Desde 1830 la familia Ametller se ha dedicado a cultivar y cuidar de sus tierras. Fruto de su experiencia como agricultores y elaboradores, y fieles a su filosofía de respetar las propiedades naturales de los productos, nace el proyecto Ametller Origen.
Este modelo integra la producción agrícola, la elaboración y la comercialización bajo un mismo objetivo: contribuir de manera determinante a la mejora de la alimentación y la salud de las personas.
Josep Ametller (Ametller Origen): “Una de las cosas que nos enorgullece es que hemos sido capaces de hacer productos suficientemente singulares que se puedan vender a otros distribuidores, con nuestra marca"
“Hemos sigo agricultores toda la vida. Yo pertenezco a la última generación. Nuestro padre nos enseñó su pasión por el oficio y esto no queremos perderlo nunca”, explica el director general y cofundador de Ametller Origen, Josep Ametller, quien empezó una nueva etapa en el negocio familiar en 2001 junto a su hermano.
“Queremos aportar valor a nuestra comunidad desde la pasión por lo que hacemos. Al principio teníamos tiendas pequeñas, pero teníamos la visión de ir avanzando, aunque el sector de la distribución es complicado, pero sabíamos que si lo hacíamos con amor, se iba a notar”, confirma Ametller, recalcando que “entrar en la distribución era lo difícil, ya que el fresco sigue siendo lo complicado para las grandes empresas y la inmediatez es algo importante, algo que nosotros podíamos tener”.
“Una de las cosas que nos enorgullece es que hemos sido capaces de hacer productos suficientemente singulares que se puedan vender a otros distribuidores, con nuestra marca. Esto para nosotros tiene mucha importancia. Al poner el valor el origen y la elaboración respetuosa, el mercado lo acaba reconociendo”, sostiene el directivo.
Por otro lado, Ametller habla de la importancia que tiene el propósito para una empresa familiar: “Siempre he querido dignificar nuestro oficio. Somos capaces de transformar comunidades enteras. Siempre que entramos en un barrio, a los dos años, según Kantar, esos consumidores toman más fruta y verdura”, recuerda.
Duplicar facturación
El encuentro también ha contado con la participación del consejero delegado de Alma Carraovejas y segunda generación de Pago de Carraovejas, Pedro Ruiz Aragoneses. “Yo soy segunda generación, cuarto de cinco hermanos. Mis padres son emprendedores natos y yo me considero más como un gestor, porque ellos apostaron el capital personal para llevar un proyecto único en el restaurante y después la bodega”, detalla Ruiz.
Pedro Ruiz (Pago de Carraovejas): "Mis padres son emprendedores natos y yo me considero más como un gestor, porque ellos apostaron el capital personal para llevar a un proyecto único en el restaurante y después la bodega"
“En Pago de Carraovejas éramos unas 20 personas cuando empecé en 2007 y en 14 años somos 200. Conseguimos duplicar la facturación y triplicar el ebitda”, profundiza Ruiz, subrayando la importancia que tienen las personas para cualquier empresa. “Estudié psicología y eso me ha enseñado que tenemos una boca y dos orejas para escuchar el doble de lo que hablamos”, matiza.
Hace dos años, Ruiz Aragoneses puso en marcha Alma Carraovejas, un conjunto de proyectos singulares que tiene como objetivo crear experiencias en torno al vino y que “busca un propósito superior para un legado de los que vengan detrás”, tal y como dice su fundador. “Tienes que vivir tu propio sueño y no el del fundador, pero desde el respeto y los valores”, recuerda Ruiz.
Por otro lado, el director de Semillas Fitó, Eduardo Fitó, ha señalado que “una de las cosas que nos unen como empresa es nuestra misión y visión”. En este sentido, Semillas Fitó ha pasado de querer ser el ‘número 1’ en España a ser una empresa mundial.
“Una de las primeras cosas que hicimos fue definir nuestro propósito: transformar la agricultura aportando soluciones rentables y sostenibles a través de la semilla”, mantiene Fitó, quien remarca que “nuestra organización vale lo que valen sus personas”. Además, el director recuerda la importancia de distinguir entre ser emprendedor y empresario: “Lo último es falta de miedo. Emprendedor se nace, al empresario se puede formar”, puntualiza.
Por último, la visión internacional del webinar la ha dado la presidenta del directorio de Moderna Alimentos, María Lorena Correa. Moderna Alimentos es una empresa ecuatoriana que se dedica a la producción industrial de alimentos desde 1909 y que ha confiado en las fusiones para seguir avanzando.
En este sentido, en 2008 Moderna Alimentos nace de la unión de Electromoderno, Moderna y Molinos Ecuador. “Desde una visión de gobierno nosotros dejamos de ser empresa familiar, tenemos que exigir que los grupos de los que somos aliados tengan gobernanza. Tenemos que aportar una clara visión de futuro hacia nuevas sinergias”, aclara Correa, al tiempo que destaca la importancia del “pragmatismo y de querer conserva los valores de nuestros padres, pero también con una nueva cultura".