Estudio

infoRETAIL.- España e Italia impulsan el crecimiento del sector gran consumo (FMCG, sus siglas en inglés) en los mercados de Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), según el estudio ‘FMCG Demand Signals’ de Circana, gracias al dinamismo del consumo interno y a un clima propicio para la inversión. En cambio, Reino Unido, Alemania y Francia muestran un proceso más lento, afectadas por la volatilidad económica y las medidas tácticas de los retailers, que están contribuyendo a una recuperación desigual en toda la región. 

“Aunque el sur de Europa ha mostrado resistencia, la recuperación general del mercado es heterogénea”, comenta la Global SVP & Strategic Growth Insights de Circana, Ananda Roy, afirmando que “España e Italia están mostrando un impulso significativo, pero Reino Unido, Francia y Alemania siguen rezagados”. 

Asimismo, el estudio revela que este crecimiento se debe en gran medida al impulso de las marcas de distribuidor, que actualmente alcanzan una cuota de mercado del 39,2% en valor (equivalente a 263.000 millones de euros), lo que supone un incremento de 0,5 puntos porcentuales respecto a las cifras de 2023. No obstante, se prevé que este ritmo de crecimiento se modere de cara a 2025. En este contexto, el análisis señala que las marcas de fabricante pueden mantener su competitividad apostando por la innovación a escala y optimizando su gama y surtido más allá de las promociones. Las colaboraciones estratégicas, las ediciones limitadas, el desarrollo de categorías y la premiumización constituyen vías clave para reforzar su propuesta de valor.

El sector FMCG se enfrentará en 2025 a importantes desafíos como la fluctuación de los precios de las materias primas, la inestabilidad geopolítica y una desigual demanda

Otro dato que aborda el estudio es la posición que ocupan los retailers en un entorno marcado por la competencia. En este sentido, los supermercados e hipermercados mantienen su liderazgo en las ventas de comestibles, concentrando el 71% del mercado. Sin embargo, los hipermercados luchan por adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores, lo que ha provocado una caída uniforme en las ventas discrecionales en todos los canales. Por otro lado, las tiendas de conveniencia y las tiendas de descuento se consolidan como las opciones preferidas para la compra de productos de primera necesidad.

De cara al 2025, se prevé que el crecimiento en el sector FMCG se enfrente a desafíos debidos a los altos precios, la volatilidad y una demanda desigual, que afectan el avance en unidades y volúmenes. Factores como la inestabilidad geopolítica, la fluctuación de los precios de las materias primas, los altos tipos de interés y el crecimiento salarial siguen presionando al sector. “El entorno empresarial sigue siendo muy restrictivo”, señala Roy, advirtiendo que los riesgos macroeconómicos continúan desafiando a los bienes de consumo.

“Se espera que las ventas de valor estén impulsadas en gran medida por la inflación, ya que las ventas de volumen siguen siendo débiles debido a factores como el aumento de los riesgos de desempleo, un consumo más consciente y una asequibilidad limitada. Aunque la demanda en las categorías de comestibles de EMEA muestra signos de recuperación, la significativa volatilidad en los principales motores del crecimiento deja dudas sobre la sostenibilidad del impulso en 2025. La débil recuperación del sector de la alimentación y las bebidas pone de relieve los retos a los que se enfrenta el mercado de FMCG para lograr un crecimiento a largo plazo en medio de la incertidumbre actual”, concluye Roy.