En Reino Unido, tras mucho tiempo bajo confinamiento, las tiendas consideradas no esenciales, como el retail no alimentario (moda, ropa, juguetes, etcétera), bares, restaurantes y terrazas, abrieron sus puertas el pasado lunes 12 de abril. A las diez de la mañana, hora de apertura de las tiendas en Londres, el número de compradores potenciales había aumentado un 220% respecto a los niveles prepandemia de 2019.
Los icónicos grandes almacenes Harrods reabrieron sus puertas con la colaboración de grandes marcas, incluida una nueva boutique Hermès Femme, una ventana emergente de ropa masculina de Givenchy y una inmensa tienda nueva de Loewe en el primer piso…
Analizando únicamente Londres, y dejando fuera a propósito Birmingham, Liverpool, Bath o las ciudades y pueblos de Gales (porque el artículo sería infinito), el día cerró con un aumento del 660% en el número de compradores.
Según el British Retail Consortium (BRC), el cierre del Reino Unido ha costado a las tiendas no alimentarias aproximadamente 30.000 millones de libras esterlinas en ventas perdidas y ha provocado la pérdida de 67.000 empleos
“Los compradores acuden en masa a las tiendas mientras los minoristas en Inglaterra y Gales reabren” fue el titular que dominó todos los medios de comunicación británicos los días 12 y 13 de abril, tras 212 días de cierre total del retail y comercio no esencial.
Según el British Retail Consortium (BRC), el cierre del Reino Unido ha costado a las tiendas no alimentarias aproximadamente 30.000 millones de libras esterlinas en ventas perdidas y ha provocado la pérdida de 67.000 puestos de trabajo.
A medida que se reabre el comercio minorista en Inglaterra y Gales, New West End Company, que representa a 600 empresas del West End londinense (calles Oxford, Regent y Bond, fundamentalmente), pide al Gobierno de Boris Johnson que ofrezca apoyo urgente para ayudar a las empresas a recuperarse de lo que denomina el “impacto devastador” de los cierres. Según su director ejecutivo, Jace Tyrrell, se espera que ya este mismo mes de abril regrese el 40% de la afluencia habitual a la zona.
El ejemplo americano
Cruzando el Atlántico y poniendo el foco ahora en Estados Unidos, se observa que, conforme la economía se abre según avanza el proceso de vacunación, aumenta el crecimiento económico (incremento del 6,4% en el PIB previsto para 2021, siendo el 70% consumo puro y duro).
Florida y Texas tienen abiertas las puertas y su economía explota para bien. Las Vegas (Nevada) abrió el 1 de abril y 2,5 millones de hispanos recuperaron su empleo y se esperan 48 millones de visitantes americanos. Sin embargo, California y Nueva York están en lugar opuesto y el retail y el ocio son sectores esenciales de sus economías. Muy posiblemente, retailers como Macy’s, Nordstrom y Saks hubieran tenido un desempeño mucho mejor -por ejemplo, en Nueva York, cuya economía está destrozada- de no haber habido un cierre total.
Sabemos que la digitalización y el comercio electrónico están de moda, pero -como se estudia en Sociología- las personas necesitan comunicarse, salir, tocarse y abrazarse
La pregunta obvia es qué pasaría en España si hubiera una apertura total de la economía, especialmente en lo que afecta al retail no alimentario y al sector horeca. España es un país de servicios: nuestra economía es servicios en un 74%, del que un 24% es comercio.
Queremos dejar claro que no defendemos una actitud y comportamiento frívolos ante la pandemia, que está causando muchos muertos, enfermos y sufrimiento. Pero, como dicen los retailers londinenses, “hemos realizado un esfuerzo muy grande por acomodar nuestros locales a las necesidades del consumidor en pandemia: lo que hace falta ahora es que vengan a comprar”.
Ya sabemos que el comercio electrónico ha aumentado exponencialmente sus ventas en España y que está de moda proponer la digitalización y el e-commerce (que, por otra parte, defiendo ardientemente, pero con un uso moderado). Sin embargo, y como se estudia en Sociología, las personas necesitan comunicarse, salir, tocarse y abrazarse. Nos gusta disfrutar del sol comiendo en una terraza y nos gusta mirar y tocar el producto antes de comprarlo, porque para eso tenemos ojos y manos.
Bezonomics
Omnicanalidad supone elección entre muchos canales y no solo uno, el digital. De otra manera, como dice el autor de ‘Bezonomics’, Brian Dumaine, “Amazon’s business model has not only turned the retail industry and cloud computing inside out, but now its tentacles are squeezing media and advertising, and disrupting the state of technology, the economy, job creation, and society at large. A goldmine for some, and a threat for others, ‘Bezonomics’ has become a life-shaping force both now and in the future”.
Cada vez que Amazon entra en un sector, lo arrasa, se lleva todo lo que hay por delante; empezó con libros en 1994 y acabó finiquitando la cadena de librerías Broders y dejó temblando al líder, Barnes & Noble
Es decir, dado que Amazon provee 600 millones de productos distintos (Walmart -primer retailer del mundo, con 5.000 tiendas y 3,5 millones de empleados- ofrece únicamente 120.000 productos distintos) cada vez que entra en un sector, arrasa, se lleva todo lo que había por delante. Empezó con libros en 1994 y acabó finiquitando la cadena de librerías Broders (11.000 puntos de venta) y dejó temblando al líder, Barnes & Noble (de 12.000 librerías a 800, en todo América). Ni siquiera su homólogo chino puede competir con Amazon porque Alibaba Group, de Jack Ma, tiene un tamaño inferior al 50% de Amazon y, ahora, está bajo el control del Banco Central Chino, lo que limita sus actuaciones comerciales y financieras.
¿Es alternativa -única alternativa- dejarle todo el retail, de todo tipo, a Amazon? El comportamiento de los británicos ante la apertura de tiendas, bares y restaurantes da como respuesta un rotundo no. A los españoles les gusta pasearse por El Corte Inglés y hacer de ello una experiencia aún no superada por la pantalla del ordenador.
Igualmente, el retail (de todo tipo, precio y categoría) requiere consumidores que se paseen por Ikea, MediaMarkt, Leroy Merlin, FNAC, Casa del Libro, Mango, Adolfo Domínguez, Carolina Herrera, Pedro del Hierro, Loewe, Primark, H&M, C&A, Alcampo, Carrefour, Eroski, Día, Ahorramás, Lidl, Aldi, Zara, Mercadona, Hermès, Chanel, Dior...
Para terminar, te pregunto, amable lector: ¿qué preferirías: una tarde con Amazon frente al ordenador o pasearte por la calle principal de cualquier ciudad española, ver las tiendas y cenar a la luz de la luna?