El Blog del Retail

Jorge Díaz-Cardiel

Socio director general de Advice Strategic Consultants

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Los españoles os necesitan ante el coronavirus
Esta tribuna no es el guion de una película de Alfred Hitchcock, aunque es un 'thriller' de terror donde el protagonista se llama coronavirus. Ante la situación creada en el país, de alarma sanitaria, se apela a la responsabilidad de la industria y la distribución alimentaria como servidores de la sociedad.
18/03/2020
Coronavirus e industria alimentaria

Esta crisis requiere respuestas inmediatas y exigencias de responsabilidad a quienes más pueden hacer para ayudar. Así que empezaré por el final: la responsabilidad social de los sectores de alimentación y distribución es obvia. Calidad Pascual, Danone, García Carrión, Puleva-Lactalis, Nestlé, Unilever, CLH, Kraft, Mondelez, Campofrío, ElPozo, Heineken, Lauki, y docenas de empresas más, deben garantizar el suministro. No debe haber carestía de bienes, productos y servicios. Ésa es su primera responsabilidad social. Y la logística debe funcionar a la perfección.

Y El Corte Inglés, Mercadona, Carrefour, Alcampo, DIA, Ahorramás, Lidl, Eroski… deben ofrecer todos los días los productos que las personas necesitan. Es absolutamente necesario. No se puede vivir sin comida en situación de crisis pandémica. Primum vivere deinde philosophari. Porque hemos de comer para vivir. Esta es la prioridad. Unida a la Sanidad. Porque el sector sanitario es fundamental, tanto en su ámbito de investigación en la búsqueda de una vacuna como en la labor de prevención y tratamiento: porque vivos, podemos comer.

Los sectores de actividad que más tienen que decir en esta crisis son la industria y distribución alimentaria junto a la Sanidad y la investigación en la lucha contra el virus

Así las cosas, los sectores de actividad que más tienen que decir en esta crisis son la industria y distribución alimentaria junto a la Sanidad y la investigación en la lucha contra el virus. Es necesario que haya almacenamiento y suministro que requieren una cadena logística de primer orden al igual que la distribución alimentaria debe proveer de alimentos -no solo los de primera necesidad-. Al tiempo, los hospitales deben disponer de todos los medios para atender a los pacientes, mientras que las farmacias han de proveer de fármacos.

Lógicamente, estamos preocupados, cuando no asustados, por las cifras de infectados y fallecidos. Y por la rapidez con que el virus se está extendiendo en todo el mundo. Pero, vivimos en 2020, la era de los grandes rascacielos en el desierto, la digitalización y la inteligencia artificial. Todo eso sería una mentira si no dispusiéramos de unos sectores fuertes de alimentación y distribución, soportados por sistemas logísticos sofisticados y eficaces.

Nunca en la historia de la Humanidad hemos estado mejor preparados para afrontar con éxito una crisis como la generada por el coronavirus. Se dispone de todo para triunfar. Lo que necesitamos es coordinación y orden. Aunque como en toda guerra, haya bajas, fallecidos, que nos entristecen y causan ansiedad y miedo.

Nunca en la historia de la Humanidad hemos estado mejor preparados para afrontar con éxito una crisis como la generada por el coronavirus

La industria y la distribución con base alimentaria disponen, además, del comercio electrónico. Importante siempre, pero esencial hoy, cuando tantas tiendas físicas han de cerrar (por ley y por sentido común). La principal obligación derivada de la Sostenibilidad es que salgamos vivos de esta crisis. Y de la misma manera que las nuevas tecnologías de la información nos permiten trabajar desde casa o en el campo, la industria y la distribución alimentaria tienen una obligación para con sus clientes, empleados, proveedores… con la sociedad.

Cuantas veces hablamos de la responsabilidad social de las empresas en circunstancias de ordinaria administración… Cuánto más aún hemos de apelar a las empresas de alimentación y distribución en estas circunstancias. No son un lujo, sino una necesidad. Son verdadera y absolutamente necesarias. No quiero aludir a obligaciones éticas, morales o religiosas, lo que es cosa de cada uno… Aludo a obligaciones legales.

Nos encontramos ante un virus que mata. Y si el personal sanitario español se está jugando la vida por sus compatriotas, si otros investigan día y noche para encontrar una vacuna, parece lógico pedir obligaciones a las empresas de alimentación y distribución.

Como escribió en 1970 el máximo exponente ultraliberal de la Escuela de Chicago, Milton Friedman, “la primera responsabilidad social de una empresa es ganar mucho dinero para devolvérselo a sus accionistas en forma de dividendos”. En el World Economic Forum de Davos de enero de 2020, se habló mucho de la refundación del capitalismo, ampliando la visión de Friedman no solo a los accionistas (shareholders), sino a todos los grupos de interés de las empresas (stakeholders).

Las empresas de alimentación y distribución españolas tienen la oportunidad de matar dos pájaros de un tiro: vender mucho y servir a la sociedad.