infoRETAIL.- J.C. Penney sigue sin levantar cabeza. La cadena estadounidense de grandes almacenes ha concluido su año fiscal, cerrado el pasado 3 de febrero, con una facturación de 12.506 millones de dólares (10.165 millones de euros), lo que supone un 0,3% menos que en el año anterior, como consecuencia del cierre de tiendas anunciado en la primera mitad de 2017.

Asimismo, el plan de reestructuración y el programa de jubilación voluntaria anticipada de la compañía con sede en Plano (Texas) ha causado unas pérdidas netas valoradas en 116 millones de dólares (94 millones de euros), frente a las ganancias de un millón de dólares (812.868 euros) del ejercicio precedente.

En lo referido al cuarto trimestre, J.C. Penney ha obtenido una cifra de negocio de 4.031 millones de dólares (3.276 millones de euros), lo que supone una mejora del 1,8%, mientras que las ganancias han crecido un 32,3%, hasta los 254 millones de dólares (206 millones de euros).

"En 2018, intensificaremos los esfuerzos de participación de mercado en el negocio de electrodomésticos, colchones y muebles, mientras que continuaremos tomando medidas para modernizar el resto de canales", ha reconocido el presidente y consejero delegado del grupo, Marvin R. Ellison, quien prevé un incremento de las ventas de hasta el 2% de cara al próximo ejercicio fiscal.

Por otro lado, J.C. Penney despedirá a 360 empleados de sus establecimientos en todo el país, incluidos 130 de su sede corporativa, con lo que espera ahorrar hasta 25 millones de dólares (20 millones de euros) al año y racionalizar sus operaciones.

"A medida que la empresa sigue haciendo progresos en su estrategia e implementando nuevos procesos y eficiencias, tenemos que mantener un enfoque reflexivo para administrar los gastos, al mismo tiempo que respaldamos las necesidades del negocio", ha concluido Ellison.