infoRETAIL.- Las nuevas instalaciones de Campofrío en Brugos han recibido la visita de Su Majestad el Rey Felipe VI, dos años después del incendio que devastó la antigua fábrica. Tras una inversión de 225 millones de euros, la compañía de alimentación ha cumplido su compromiso con los trabajadores y la sociedad de levantar una nueva planta en el mismo lugar donde se quemó la precedente.

“Nuestra apuesta por España pone de manifiesto la voluntad del grupo por transmitir con ilusión un nuevo futuro y el resurgir de la compañía y de todos sus empleados”, ha señalado Álvaro Fernández, presidente del Grupo Alfa, matriz del grupo alimentario Sigma Alimentos, propietaria de Campofrío Food Group.

“Estoy convencido de que vendrán nuevos tiempos, nuevos retos, nuevas oportunidades, pero sobre todo, nuevos éxitos”, ha destacado Fernández, que añade que “invertir de nuevo en este lugar es devolver a la sociedad española, al menos parcialmente, el empeño y el cariño que ha puesto al colaborar con nosotros”.

A través de una visita guiada por las instalaciones, S.M. el Rey Felipe VI ha podido ver la nueva fábrica, que cuenta con una superficie de 99.000 metros cuadrados y que ayudará a obtener una producción aproximada de 100.000 toneladas al año. Las instalaciones, que actualmente se encuentran en periodo de pruebas, han sido diseñadas, construidas y puestas en marcha en un tiempo récord para un centro de estas características.

Por su parte, Pedro Ballvé, presidente del Consejo de Administración de Campofrío Food Group, ha querido resaltar que “la nueva Bureba no se asienta sobre ladrillos o vigas, se apoya en el trabajo, en la ilusión y en el espíritu de superación de todo aquel que ha formado parte de Campofrío y de Burgos”.
 
A la entrada de la nueva factoría se ha dispuesto una escultura elaborada con objetos de metal aportados por trabajadores, proveedores, clientes, ciudadanos de todas partes e incluso al cuerpo de bomberos. Realizada por Pedro Txillida, la estructura representa una figura humana que se levanta después de haberse caído, como símbolo de la recuperación de Campofrío, según apuntan fuentes de la empresa.