Por Jesús C. Lozano
Ebro Foods, que ha registrado incrementos del 1,9% y del 30% en sus ventas y beneficio neto, afronta un año 2018 que está marcado, a juicio de su presidente, por “las tensiones” con la distribución en materia de precios. “Debemos estar en la primera línea de innovación para ser una empresa diferente, que es lo que te permite mantener el liderazgo y no ser absorbido por la marca de la distribución”, afirma Hernández Callejas.
Tras registrar un incremento del 1,9% en las ventas netas y un aumento del 30% en el beneficio neto, ¿qué valoración realiza de la evolución de Ebro durante 2017?
Los resultados muestran la buena salud de los negocios del grupo, el acierto de las inversiones realizadas, la sintonía que mantenemos con los consumidores y el éxito de nuestras innovaciones. Se han confirmado las previsiones anunciadas a los analistas, con una facturación de 2.507 millones de euros y un ebitda de 359 millones de euros, en los que no ha habido grandes novedades salvo una pequeña incidencia por la depreciación del dólar en el último trimestre. Sin embargo, en el beneficio neto se ha producido un incremento muy considerable debido, fundamentalmente, al impacto positivo de la reforma fiscal aprobada recientemente por Donald Trump, que ha supuesto actualizar los impuestos diferidos netos de un tipo del 35% al 21%.
¿Cuál es el impacto estimado de la reforma de Trump sobre las cuentas de la compañía?
Según nuestros cálculos, significará una mejora recurrente que excederá los 15 millones de dólares anuales, aunque en el balance de este año el impacto ha sido mayor al realizar los ajustes relativos a todos los impuestos diferidos de Ebro, que no hay que olvidar que el 50% de su actividad comercial se realiza en Estados Unidos. Y a esto, además, hay que sumar que este año tendremos una mejora fiscal también en Francia, que afectará al negocio de Panzani, ya que el nuevo impuesto de sociedades supondrá un aporte de entre tres y cuatro millones de euros al neto de la compañía.
"La reforma fiscal de Donald Trump representará una mejora recurrente que excederá los 15 millones de dólares anuales en el beneficio de Ebro"
Por líneas de negocio, el arroz, con un incremento del 4,7% en la facturación, ha tenido mejor evolución que la pasta, que ha padecido un descenso del 1,5%...
En un entorno inflacionista de la materia prima durante el último trimestre, la división arrocera ha evolucionado muy satisfactoriamente apoyada en el buen comportamiento de los negocios en Europa y Estados Unidos, destacando especialmente Riviana, que ha tenido un año récord en rentabilidad. En cuanto a la pasta, el repunte de los precios en las materias primas durante el verano la afectó negativamente, aunque, en este contexto, Panzani ha tenido una evolución satisfactoria en las categorías de mayor valor añadido y Garofalo ha seguido creciendo a doble dígito.
¿Qué perspectivas tiene sobre la evolución del precio de las materias primas para este año?
Para 2018 se prevén cosechas buenas de trigo en la Unión Europea y Estados Unidos, lo que nos hace pensar que el nivel de precio será similar al actual, no existiendo mucha volatilidad. En cambio, en cuanto al arroz se prevé una subida para este año, con los precios adecuándose al mercado internacional, ya que una vez que se han agotado los stocks de Tailandia ha comenzado a producirse a finales de 2017 una subida, que a nuestro juicio es razonable. ¿Por qué es razonable? Porque durante el periodo 2014-2017 los precios del arroz han sido históricamente bajos, lo que ha generado una situación de extrema debilidad para el sector agrícola. Ya ha comenzado a subir el precio de los arroces aromáticos de Tailandia y los largos convencionales de Estados Unidos, pero los países EBA están presionando a la baja los precios en la Unión Europea; ante ello, nos unimos a las reclamaciones del sector agrícola que pide una revisión de las concesiones a los países EBA, ya que las importaciones realizadas por la UE han superado las previsiones realizadas inicialmente por los técnicos europeos. Creemos que los precios dentro de la UE siguen estando baratos y no es por culpa de la industria, sino, entre otros factores por la presión de los distribuidores a no subir precios.
Habla de presión de la distribución. ¿No se puede negociar con las grandes cadenas?
Actualmente, en Europa existe una importante pugna entre los distribuidores, cuya consecuencia fundamental es la adopción de políticas deflacionistas que conducen a la pérdida de valor. Para evitarlo, estamos intentando profundizar en un diálogo con los distribuidores que aporte racionalidad al sector, buscando fórmulas entre todos que permitan la creación de valor a lo largo de toda la cadena.
"En Europa existe una importante pugna entre los distribuidores con políticas deflacionistas que conducen a la pérdida de valor"
Sobre las dos líneas de negocio, el arroz y la pasta, usted ha dicho en más de una ocasión que los pilares estratégicos son los productos premium, orgánicos y frescos. ¿Cómo pretenden desarrollarlo?
La estructura de Ebro se divide actualmente en cuatro divisiones, que son las clásicas de pastas-salsas y arroz más las relativas a productos bio y frescos. Gracias a la reciente adquisición de Bertagni nos consolidamos como el segundo productor mundial de pasta fresca, suponiendo ya los productos frescos el 14% de nuestra facturación, pero también queremos potenciar los frescos de cualquier estilo, no únicamente los relacionados con la pasta. Por su parte, la división bio pretende comercializar cereales y frescos biológicos, avanzando con Vegetalia, Bia y Celnat; a lo que se añade el desarrollo, por ejemplo, de las legumbres con quínoa gracias a Brillante Benefit.
¿Qué balance realiza de la evolución seguida por las empresas adquiridas en 2017?
2017 ha sido el primer ejercicio completo de Vegetalia, cuya evolución ha sido satisfactoria y para la que tenemos importantes proyectos de expansión; en este sentido, vamos a realizar importantes inversiones en Cataluña para modernizar la compañía. En cuanto a Geovita, cuya compra fue en septiembre, estamos en búsqueda de sinergias y tenemos importantes proyectos para 2018. Finamente, Bertagni, cuya adquisición se realizó el pasado año, pero se ha materializado a comienzos de 2018, va a dinamizar el sector de los productos frescos.
"Hemos pasado de destinar 65 millones de dólares anuales a 135 anuales en los dos últimos ejercicios en inversión orgánica"
¿Qué perspectivas de compras tiene para 2018?
Nuestro bajo nivel de endeudamiento nos permite afrontar con holgura posibles operaciones de desarrollo orgánico e inorgánico. Respecto a posibles compras, siempre estamos analizando compañías, pero no creo que tengamos posibilidades de realizar alguna operación en el primer semestre del año. Y sobre la inversión orgánica, hemos pasado de destinar 65 millones de dólares anuales a 135 anuales en los dos últimos ejercicios, lo que prueba la importancia que otorgamos al desarrollo de nuestros negocios, como la inversión en una fábrica de arroz y pasta congelada en Memphis (Estados Unidos) o el desarrollo de varios procesos en Asia y la futura inversión en una planta de ‘convenience’ en los próximos meses.
¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta Ebro?
Este 2018 se presenta como un año complejo por los precios del arroz, por las posibilidades de una sequía que complique la cosecha del año próximo y por las tensiones con la distribución por los precios y el posicionamiento. Además, debemos estar en la primera línea de innovación para ser una empresa diferente, que es lo que te permite mantener el liderazgo y no ser absorbido por la marca de la distribución. Nuestro reto es ir un paso por delante de los demás, abriendo caminos y explorando nuevos conceptos que nos permitan ser necesarios y que el consumidor nos reclame, que es la única garantía de estar en el lineal.
Extracto de la entrevista publicada íntegramente en el número 43 de infoRETAIL